Presentación IV CISEV

La región de América Latina y el Caribe viene registrando desde hace décadas unas altas cifras de siniestralidad en el tránsito, no solo en carretera, sino también, y de manera muy acusada, en los entornos urbanos. Los accidentes de tráfico son una de las primeras causas de muerte en la región, especialmente en el colectivo de 5 a 44 años. Ello significa que al año pierden la vida alrededor de 100.000 personas en siniestros viales, a lo que se suman más de cinco millones de heridos de diversa gravedad.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), estas cifras son entre 10 y 20 veces superiores a las registradas en otras regiones más industrializadas. Además, se estima que las pérdidas económicas derivadas de la siniestralidad viaria alcanzan en algunos países de la región hasta el 4,5% del PIB.

Según la OMS, si no se hace nada para frenar esta tendencia, las muertes anuales en siniestros viales en todo el mundo ascenderán a dos millones en 2030. Con ello, la virulencia de los accidentes de tráfico se situará al nivel de enfermedades como el Sida.

La propia OMS y Naciones Unidas (ONU) han tomado cartas en el asunto. Muestra de ello es la “Década de Acción para la Seguridad Vial 2011-2020”, una iniciativa que promueve la puesta en marcha de medidas urgentes y efectivas para reducir al máximo los accidentes de tráfico y las muertes en carretera.

Siguiendo esta filosofía de trabajo, numerosas entidades multilaterales, como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial o la Corporación Andina de Fomento, han desarrollado iniciativas dirigidas a la mejora de la seguridad vial en la región. Por ejemplo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lanzó hace cinco años la Estrategia de Seguridad Vial y Plan de Acción 2010 -2015. Desde la puesta en marcha de estos programas, el panorama de la seguridad vial en la región de América Latina y el Caribe ha experimentado notables mejoras, si bien la labor que aún queda por hacer es ingente.

Creación de agencias nacionales de seguridad vial, campañas integrales de concienciación, incorporación de estándares de seguridad en los vehículos y colaboración activa con organismos multilaterales son algunos de los hitos más destacados en este sentido, sin olvidar la puesta en marcha de una importante entidad internacional como el Observatorio Iberoamericano de Seguridad Vial (OISEVI).

Deudor de este nuevo espíritu, el Congreso Ibero-Americano de Seguridad Vial (CISEV) viajó en 2008 a Costa Rica para celebrar su primera edición. Esta novedosa apuesta, pionera en la región, nacía con la intención de liderar un proceso de puesta en común de conocimientos y experiencias en torno a la seguridad vial en los países iberoamericanos.

Tras una exitosa primera edición, con más de 350 delegados participantes y casi 200 conferencias presentadas, el CISEV continuó su camino deteniéndose en 2010 en Argentina y en 2012 Colombia.

Desde sus inicios, el crecimiento de este foro internacional no ha cesado. En sus tres anteriores ediciones, el CISEV arroja un balance que habla por sí solo: 3.000 congresistas procedentes de más de 25 países, 500 conferencias presentadas, más de 5.000 m2 de exposiciones comerciales y casi un centenar de expositores. No hay duda de que el CISEV se ha convertido en una parada obligada para todos los expertos en seguridad vial del ámbito iberoamericano.

La ciudad mexicana de Cancún es la próxima estación del CISEV. Allí tiene lugar del 30 de septiembre al 2 de octubre de 2014 la IV edición de este foro, y lo hará bajo el lema “Avances de la Década de Acción de Seguridad Vial. Juntos podemos salvar vidas”.

En este escenario se darán cita expertos procedentes de todos los rincones del mundo. Todos ellos analizarán la situación actual en Latinoamérica y buscarán soluciones para reducir las estadísticas al respecto.

EL IV CISEV está organizado por el Instituto Vial Ibero-Americano (IVIA) y cuenta con el apoyo del Gobierno de México a través de la Secretaría de Salud (Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes - CONAPRA) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (Subsecretaría de Transporte y Subsecretaría de Infraestructura). Asimismo, está promovido por el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), la Dirección General de Tráfico (DGT) del Ministerio del Interior del Gobierno de España, la Asociación Argentina de Carreteras y la Asociación Española de la Carretera (AEC).

La elección de México como sede del IV CISEV no ha sido casual. Conviene recordar en este sentido que la seguridad vial es una de las máximas prioridades del Gobierno mexicano. Cada año, más de 24.000 personas pierden la vida en las carreteras del país. A ello se suman 750.000 heridos graves y casi 40.000 casos de discapacidad.

Además, los accidentes de tráfico son la primera causa de muerte para la población mexicana de entre 5 y 34 años, siendo especialmente grave en el caso de los menores ya que estos siniestros son la segunda causa de orfandad.

Al drama humano que suponen estas cifras hay que sumar los costes de todo tipo que generan. Las autoridades mexicanas calculan que la cifra alcanza los 6.500 millones de euros al año.

Con el fin de revertir esta situación, el Gobierno de México está desarrollando la Iniciativa Mexicana de Seguridad Vial (IMESEVI), un programa en el que colaboran el Secretariado Técnico del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes de la Secretaría de Salud, la Organización Panamericana de la Salud, los gobiernos de los Estados y el conjunto de la sociedad civil.

Esta iniciativa pretende abordar con enfoque integrador y multidisciplinar el grave problema de los accidentes de tráfico en México. A este respecto, actualmente se encuentran en fase de desarrollo y planificación actuaciones pioneras en el país azteca. Es el caso de las campañas específicas para peatones y conductores jóvenes, el alcohol al volante o el uso de sistema de seguridad como el casco y el cinturón y el papel de los usuarios más vulnerables de las carreteras. Todo ello no hace sino remarcar el firme compromiso de México con la seguridad vial y la modernización viaria.

De esta cuestión y de muchas otras se debatirá en profundidad durante el IV CISEV. Por ello, su estructura temática es variada y exhaustiva, abarcando desde el diseño y la planificación de infraestructuras hasta la gestión de la movilidad, la seguridad activa y pasiva en vehículos y la educación vial, sin dejar a un lado aspectos más concretos como la normativa y la respuesta sanitaria tras los accidentes.


OBJETIVOS GENERALES DE LOS CONGRESOS CISEV

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  • Promover la implicación de todos los países de Iberoamérica en la implementación de intervenciones de seguridad vial basadas en la evidencia científica, con un abordaje multisectorial que contribuya a lograr un tránsito seguro y una reducción sensible del número de fallecidos y heridos asociados a los siniestros de circulación en las carreteras de Ibero-Latinoamérica.

  • Garantizar un enfoque integral de la seguridad vial, en el que se aborden de manera conjunta el factor humano, la infraestructura, el vehículo y el marco institucional y legal de los países, haciendo hincapié en elementos como la educación vial, la formación vial, la concienciación, la comunicación, el papel de las asociaciones de víctimas, etc.

  • Alentar la participación de la comunidad científica internacional con aportaciones técnicas que permitan incrementar el acervo técnico de la disciplina, contribuyendo a reducir la distancia entre el conocimiento y las evidencias científicas y la implementación estratégica de intervenciones efectivas por parte de los gestores de la seguridad vial.

  • Procurar que la participación activa en el debate técnico y científico de los organismos multilaterales, contribuya a crear las sinergias necesarias que permitan alentar y financiar las buenas prácticas en materia de seguridad vial, con la finalidad de reducir sustancialmente la siniestralidad vial en la región.

  • Convocar a los principales especialistas internacionales en seguridad vial para que compartan los resultados de estudios y experiencias sobre los temas de mayor actualidad e interés en la materia.

  • Impulsar, a través de la Muestra Comercial Sectorial paralela a las Sesiones Técnicas del Congreso, el que instituciones, organismos y empresas de infraestructuras, consultoras e ingenierías, proveedoras de equipos, tecnología y materiales, fabricantes y distribuidores de automoción, compañías aseguradoras y cualesquiera otras entidades que operen de forma directa o indirecta en el ámbito de la seguridad vial, cuenten con un espacio adecuado para compartir sus políticas institucionales y líneas de acción en este campo, y exponer sus servicios y/o productos más innovadores.

OBJETIVOS PARTICULARES DEL IV CISEV
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  • Realizar un balance de situación en la mitad de la Década de Acción de la Seguridad Vial, compartiendo las buenas prácticas y avances que se han puesto en marcha en los últimos años en numerosos países, así como las dificultades, complicaciones y obstáculos a los que los actores clave han tenido que enfrentarse.

  • Desarrollar unas conclusiones claras, útiles y concisas sobre los principales campos de mejora de la seguridad vial en la región de América Latina y el Caribe, que puedan considerarse como una referencia para los próximos años.

  • Instar a los gobiernos de la región iberoamericana a asumir compromisos en la reducción de la siniestralidad por medio de la adopción de las medidas necesarias para crear una estructura efectiva de seguridad vial en sus países, generando una participación multisectorial en la consecución de los objetivos de esta década.

Juntos podemos salvar vidas
CISEV’2014 * CANCÚN - MÉXICO

 


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